Mi corazón era rojo y
tú un playboy de sangre azul,
ahora eres un conde comunista
y yo una obrera gandul.
De una tierra donde la
risa era un objeto perdido
y el individuo una
especie en extinción,
en Abril llegué a
París, capital del amor,
vine seria y sobria,
heroica y solidaria, socialista,
enemiga del blanco y de
la burguesía, materialista,
acérrima de la
productividad y de la estadística,
impermeable a la
belleza, calada de Lenin,
y ahora me encuentro
alienada de amor por ti.
No sé si el sexo será
el opio del pueblo,
o si el amante es la
clase oprimida y el amado la dominante,
pero si yo soy la tesis
y tú la antítesis
fundamos nuestras
pieles en el éxtasis de la síntesis.
Cambié los disparos por
los descorches,
Marx por Verlaine y Engels
por Fouquet,
el gulag por el gulash
y Moscú por Montmartre,
la doctrina por la
morfina y las purgas por el caviar,
el sorgo por el Molino
Rojo y el samovar por Pigalle,
por ti, camarada conde,
cambié el vodka por el champán.
Yo era comisaria del
erario y tú un capitalista sin dinero,
ahora eres un conde
igualitario y yo una marxista con camarero.
De un país donde las
palabras se pesan en balanzas rotas
y en los rincones la
delación congela como el frío
llegué a París, capital
de la primavera, del estío,
vine dialéctica,
austera, de pana y lana,
alérgica al lujo,
inmune a la corrupción occidental,
atenta a la producción
de divisas y al déficit comercial,
y ahora para mi placer
exploto la plusvalía de tu energía,
y ebria de tus caricias,
ávida de tus labios, especulo con otro beso.
No sé si he perdido el
tren de la historia en el andén del realismo,
o si esta resaca será
otra contradicción del capitalismo,
pero si por una vez me
gusta un blanco, el de tus ojos,
si por fin me atrae un
rasgo burgués, tu francés,
y en mis venas este
ardor inicia el deshielo
será señal de que te
quiero.
Cambié el ateísmo
científico por el amor fiel,
el Neva por el Sena, el
Kremlin por la Torre Eiffel,
San Petersburgo por los
jardines de Luxemburgo,
Siberia por el bosque
de Bolonia, el Plan Quinquenal por lo provisional,
por ti, camarada conde,
cambié el vodka por el champán.
Siempre me gustan tus formas de apreciar un filme. No como estas críticas modernas que más parecen exámenes de filosofía.
ResponderEliminarSiempre me gustan tus formas de apreciar un filme. No como estas críticas modernas que más parecen exámenes de filosofía.
ResponderEliminarGracias, la única manera de enfocarlo todo es lúdicamente. Jugando se aprende, no hay más que ver a los niños.
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